Quizás los motivos de mayor peso para abrir las puertas a las estrategias integrativas para el manejo del dolor crónico es mejorar los resultados y mitigar los riesgos para el paciente. Cada vez hay más conciencia acerca de los graves efectos adversos de los medicamentos analgésicos tipo AINES, corticoides y opioides, de las crecientes tasas de sobredosis involuntarias de los opioides y el desarrollo de tolerancia e hiperalgesia inducida por éstos, de los problemas frecuentes y bastante conocidos, de los fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE) que incluyen trastornos gastrointestinales, gastritis, úlcera péptica, reflujo gastro esofágico, hemorragia intestinal, trastornos en la coagulación, daño renal y las muertes derivadas de estos fármacos que ya sobrepasan las muertes derivadas del VIH/SIDA según estadísticas de los Estados Unidos.

En la actualidad las prácticas que predominan en el tratamiento del dolor crónico musculo esquelético  incluyen un excesivo uso de cirugía, intervenciones arriesgadas y el uso indiscriminado de fármacos.

Es sabido que éstas prácticas no abordan adecuadamente la cohorte creciente de pacientes con dolor crónico y que es necesario hacer un alto en el camino y avanzar en un nuevo enfoque de manejo que incluya el uso de técnicas modernas,  más seguras y con mejores resultados.

Persistir con el sistema actual predominante no solucionará el problema. Es imperante un cambio cultural en todos los ámbitos relacionados con la atención sanitaria y el paciente para solucionar el sistema inadecuado que existe hoy.

Por todo lo anterior es pertinente un enfoque moderno e integral que incluya las siguientes recomendaciones prescriptivas:

1. Como siempre será primordial un buen diagnóstico
2. Abordar el o los orígenes del dolor
3. No conformarse con tratar solo el síntoma “dolor”
4. No centrarse en el uso de fármacos y/o cirugías costosas e incluso arriesgadas.
5. Priorizar el tratamiento conservador sobre el quirúrgico siempre que sea posible
6. Considerar las técnicas de regeneración tisular para reparar el tejido lesionado (medicina regenerativa, proloterapia)
7. Asociar terapias coadyuvantes como la fisioterapia, la sicología, la terapia neural, la terapia perineural, la acupuntura, la quiropráxia, el yoga y los masajes.
8. Intervenir los posibles detonantes y perpetuadores del dolor crónico: la mala nutrición, el sedentarismo, la mala práctica de ejercicio, el estrés, los trastornos de sueño, la microbiota intestinal y la necesidad de suplementar nutracéuticos específicos.

El dolor es solo un síntoma que utiliza el cuerpo para avisarnos de que algo anda mal, por tanto silensiarlo no solucionará el problema.

Basta ya de ignorar esta realidad y enfoquémonos en dar verdaderas soluciones a un dolor crónico.

Tiene usted un dolor crónico musculo esquelético de difícil manejo?

Consúltenos!!

En Clínica Sindol somos especialistas en el manejo avanzado del dolor a través de técnicas regenerativas de intervencionismo musculo esquelético que son mínimamente invasivas, no requieren pabellón ni  anestesiólogo y usted puede retornar inmediatamente a sus labores cotidianas.